domingo, 19 de octubre de 2008

FICIFI 1: ¡Qué grande es ser gigante!

Hola a todos. A todos los que se dignen en leer este blog. En esta primera entrada dedicada a la asignatura “física en la ciencia ficción” me voy a dedicar, y para no complicarme demasiado por el momento, a llevar a cabo un análisis similar al realizado en clase con King Kong, pero aquí dedicado a Godzilla. Espero que os parezca entretenido. Yo por mi parte, procuraré hacerlo de la forma más correcta posible, dados mis antecedentes, aunque seguro que iré mejorando post a post. Así que al lío.



Para empezar, vayamos al inicio de todo. Me voy a centrar en el Godzilla de 1998, puesto que es la versión del monstruo que más reciente tengo. En esta, y a diferencia de las entregas originales japonesas, Godzilla tiene su origen en un dragón de Komodo que ve alterado su ¿ADN? tras unas pruebas nucleares que los franceses realizaron en el Pacífico Sur. Esto difiere ligeramente de la versión japonesa, donde Godzilla era un monstruo marino prehistórico que adquirió ciertas características gracias a un programa nuclear americano. Pero para este caso nos sirve mejor el espécimen de la película de Roland Emmerich. Sabemos que su origen es un dragón de Komodo, el saurio de mayor tamaño en el mundo.

Algunos datos sobre esta criatura que nos servirán para el análisis son los siguientes:
-longitud total: 2.5 metros
-peso: 110 Kg.


A la vez he hecho una estimación acerca de su fuera relativa, que he fijado en 2.5 veces su peso. En este caso, un dragón de Komodo estándar podría llegar a soportar 275 Kg. Así pues comencemos a divagar.


La fuerza relativa es el cociente entre el peso que es capaz de soportar un animal y su peso. Este cociente es inversamente proporcional al tamaño del animal. Quiere esto decir que dos animales idénticos en proporciones, pero diferentes en tamaños, serían muy diferentes en cuanto a su fuerza relativa. De esta forma el animal grande sería más débil que el pequeño. Y esto nos lleva al siguiente ejemplo.

Imaginemos un dragón de Komodo. Su medidas serían las arriba citadas. Ahora, y provistos de nuestra máquina “agranda cuerpos” vamos a agrandarlo hasta el doble de su tamaño, es decir, llegará a medir 5 metros. Con unos cálculos sencillos hallaremos su masa y su fuerza
Según la ley de la escala, el volumen aumenta de forma cúbica. Y como nuestra máquina es muy sofisticada, al agrandar el dragón conserva su densidad de dragón. Por lo tanto, si el animal tiene una longitud 3 veces mayor:

. Volumen final=Volumen inicial*factor de agrandamiento ^3

Puesto que se conserva su densidad, su masa también debe aumentar en esa proporción. Si el dragón original pesaba 110 Kg. el dragón aumentado pesará:

110*2^3=880 Kg

Este dragón será capaz de levantar un peso que se calcula de la siguiente manera:

Fuerza del dragón=(2.5/2)*880=110Kg.


Vamos ahora a hacer lo mismo, pero esta vez con un dragón de Komodo de 7,5 metros, es decir, 3 veces más grande:

.Masa=110*3^3=2970 Kg.

.Fuerza=(2.5/3)*2971=2475 Kg

Vemos que un dragón de Komodo que fuese 3 veces más grande de lo normal no podría aguantar ni su propio peso.


Pero hablemos ahora de Godzilla. En la película de 1998 tiene una longitud aproximada de 220 metros de la cabeza a la cola. Esto es 88 veces más grande que un dragón de Komodo. Por tanto, y haciendo cálculos rápidos, su masa es 74961920 Kg. Como es un número un poco feo, vamos a dejarlo en unas míseras 74000 toneladas. Nada que ver con las 600 toneladas de las que se habla en diversas páginas web. No me voy a meter en temas como de qué se alimenta o dónde caga, porque no soy experto en metabolismo animal, pero solo se me ocurre una expresión: ¡menudo montón de mierda!


Pero un dato más curioso, es que, haciendo una simple operación, descubrimos que los músculos y los huesos de este pobre e indefenso animal, no pueden soportar las 851 toneladas, que es aproximadamente, lo que debe pesar el anteriormente nombrado sistema excretor. En resumidas cuentas, que si algún día Godzilla ataca Oviedo…bueno, no podría moverse, así que no puede llegar.


No me quiero entretener mucho más, que ya llevo un buen rato escribiendo, pero voy a hacer un pequeño apunte acerca de los alaridos del lagarto inmóvil. En las películas, cada vez que Godzilla da un alarido, emite un sonido altamente agudo. Pues bien, de todos es sabido, y sino ahí va, que cuanto más grande es el animal, más grave es su tono de voz. Esto es debido a que la frecuencia de vibración de las cuerdas vocales es inversamente proporcional al cuadrado de su superficie. Rápidamente, aceptamos como buena la hipótesis de que un dragón de Komodo tiene una frecuencia de unos 90 Hz, Godzilla tendría lo siguiente:

.υ=90/88^2=0.011 Hz.

Y esto amigos míos, es algo inaudible para los humanos, y seguramente para cualquier ser vivo del planeta.


Con todo esto, me despido por hoy. La semana que viene más, y espero que mejor.
No olviden supervitaminarse y mineralizarse.

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